Plaguicida biológico contra el dengue
Claudia Eiberman
Un ex investigador del CONICET desarrolló un plaguicida biológico y ecológico que elimina las larvas del mosquito e interrumpe su ciclo reproductivo.
El dengue es una enfermedad viral transmitida por la picadura del mosquito Aedes Aegypti. La hembra pone sus huevos en recipientes que acumulan agua estancada donde las larvas crecen y se transforman en nuevos insectos.
La fumigación tradicional elimina los mosquitos adultos que se encuentran volando pero no es efectivo contra las larvas del insecto que se están desarrollando y que tardarán solo dos semanas en convertirse en potenciales transmisores del virus.
Lucio Cieza es licenciado en biotecnología y ex becario del CONICET. Durante sus años como investigador se dedicó a estudiar a la bacteria Bacillus thuringiensis israelensis, allí descubrió que ese microorganismo producía una proteína que inhibe la capacidad de alimentación de las larvas del mosquito en los espejos agua.
En el año 2005, una vez terminada su beca en el conicet, Lucio se dió cuenta que podía producir a partir de la bacteria estudiada un insecticida biológico y fundó, con el apoyo financiero del Ministerio de Ciencia y Tecnología, un emprendimiento de base tecnológica, Laboratorios Pincen. “En ese momento productos como este no se producian en la argentina y cada vez había más problemas por las virosis transmitidas por el mosquito” Explica Lucio Cieza.
El producto, DiptoKill-bt, en un plazo de 8 ó 12 horas elimina las larvas de mosquito Aedes, interrumpiendo su proceso de reproducción ya que como la larva no puede comer, muere, evitándose así que se desarrolle el mosquito.
El insecticida ecológico debe aplicarse cada diez días y no es tóxico para aves y otros insectos por esta razón el insecticida resulta inofensivo para todo ser vivo que tenga contacto con los depósitos de agua en los que el mosquito se reproduce.
Actualmente, el insecticida se comercializa en dos presentaciones, una monodosis para mochila de uso profesional y otra en frasco con gotero para uso doméstico, y están comenzando a desarrollar a partir de la misma bacteria un anti parásitos para aves de corral.
“Lo que hacemos nosotros es un ejemplo más de como la investigación en la universidad pública, en los centros de investigación, gravita rápidamente en el desarrollo de empresas de base tecnológica y la colocación de nuevos productos en el mercado” plantea Cieza.