viernes, 22 de septiembre de 2023
Editoriales

Enriquecimiento de uranio: un asunto imprescindible para garantizar la soberanía energética

La Argentina nunca fabricó ni fabrica uranio enriquecido (al 90%) de interés militar. Por lo tanto nunca podría ofrecerlo a ningún país. Esto no quiere decir que no produzca enriquecimiento de uranio de uso civil (del 1 al 18%) que es totalmente diferente.

Por Carlos G. Gianella *
El año 2014 ha significado un gran hito en la recuperaciónn de capacidades tecnológicas asociadas a las actividades de enriquecimiento de uranio. Principalmente cuando comienza a operar un módulo experimental en el Centro Tecnológico Pilcaniyeu de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) donde se desarrolla enriquecimiento leve a escala demostrativa por el método de difusión gaseosa.
El gobierno nacional, con el Plan Nuclear Argentino planteado en agosto de 2006, tomó la decisión de apostar a la recuperación del desarrollo científico-tecnológico, orientado a dominar autónomamente el ciclo de combustible nuclear. Actualmente, existe un fuerte compromiso en pos de defender los intereses nacionales y avanzar en el desarrollo de las aplicaciones de la energía nuclear para usos exclusivamente pacíficos

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En esta línea, se ha avanzado en la consolidación de capacidades soberanas tendientes a desarrollar la tecnología de enriquecimiento leve de uranio permitiendo alcanzar un ciclo de combustible cerrado, autónomo e independiente. De esta manera, se sustentan las necesidades nacionales del insumo, a la vez que se posiciona internacionalmente a la Argentina como un actor indiscutido en el sistema internacional, capaz de instalarse dentro del concierto de países que controlan dicha tecnologíaa.
Vale destacar, que el uranio levemente enriquecido (del 1 al 5%) destinado para la producciónn de energía eléctrica en centrales nucleares de potencia a nivel internacional, es un insumo de difícil acceso, presentando el abastecimiento global un serio desafío a futuro. Adicionalmente, debe remarcarse que a partir de la línea tecnológica de reactores nucleares de potencia que la Argentina pretende desarrollar a futuro -reactores de agua liviana y uranio enriquecido (PWR)- las actividades de enriquecimiento poseen un rol fundamental, convirtiéndose en la columna vertebral sustentadora de las actividades vinculadas a la provisiónn nucleoeléctrica.
Nuestro país ha aumentado su participación en diversos foros internacionales que conforman el régimen de no proliferación nuclear, participando activa y efectivamente. Es de destacar entonces, el rol indiscutido en el Grupo de Suministradores Nucleares (NSG, por su sigla en inglés), organización conformada por países con capacidad de desarrollar, exportar y transferir tecnología nuclear. A partir de los consensos generados en ese marco y la responsabilidad sobre las actividades desarrolladas en cada país, conjuntamente se busca coordinar posiciones comunes para impedir que el comercio y las transferencias de equipos nucleares puedan derivar en la proliferación de armamento nuclear.
Con este objetivo, se ha establecido un complejo régimen de control de transferencias de equipos, vinculados a la tecnología sensible que la industria nuclear involucra y que pueden ser de uso dual. De esta forma, se mantiene un control sobre las transferencias de equipos ealizadas y materiales vinculados a todo el ciclo de combustible nuclear. Los aportes y desarrollos argentinos logrados en la materia permiten que desde junio de 2014 la Argentina ocupe la presidencia del mencionado Grupo, implicando el reconocimiento internacional de nuestro país, por los aportes y esfuerzos realizados en pos de la utilización pura y exclusivamente pacífica de la energía nuclear y las actividades que comprende todo el ciclo de combustible nuclear nacional.
Considerando los desarrollos tecnológicos alcanzados por nuestro país, en materia de generación nucleoeléctrica y los nuevos proyectos contemplados por el Plan Nuclear Nacional, debemos mencionar la importancia en la decisión política y estratégica del Estado Nacional de apostar por el desarrollo de nuevas líneas tecnológicas asociadas a los reactores nucleares de tipo PWR. A partir de los acuerdos suscritos con la República Popular China, Argentina ha tomado la decisión de desarrollar este tipo de reactores de potencia, cerrando un acuerdo con su par asiático para la construcción de una Central Nuclear de 1000 Mw.
De esta forma, el país busca dominar nuevos desarrollos a través de la transferencia de tecnología necesaria y la participación de los actores claves del sector nuclear nacional. Esta estrategia ya había estado presente anteriormente con el inicio de la construcción del Prototipo CAREM 25, primer reactor de diseño 100 por ciento argentino, también de tipo PWR.
El actual módulo experimental de enriquecimiento de uranio en Pilcaniyeu, en conjunto con los avances del proyecto LASIE (Laboratorio Argentino para Separación Isotópica para Enriquecimiento por láser), pensados como avances tecnológicos con fines pacíficos, demuestran la visión estratégica nacional para continuar el camino de recuperación de la soberanía tecnológica energética a partir de definiciones claras pensadas como políticas de Estado. Pensar el desarrollo a futuro del Reactor CAREM o una 5ta. y 6ta. Central Nuclear de potencia, ameritan que así sea.

Carlosg Gianella

(*) Carlos G. Gianella. Subsecretario de Ciencia y Tecnología de la provincia de Buenos Aires.

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