El cuidado de los preservativos
Un control exhaustivo de los preservativos que salen a la venta es indispensable para el cuidado de la salud de toda la población. El laboratorio de caucho del INTI es el responsable de realizar ensayos de control de calidad de todos los preservativos que se venden en el país.
Por Claudia Eiberman
Los preservativos están fabricados a partir de latex de caucho natural proveniente de América del Sur, la Hevea Brasilensis. Debido a sus características de elasticidad y resistencia no se ha reemplazado por otro material. Su uso es fundamental como herramienta de prevención de enfermedades de transmisión sexual, incluyendo el HIV. El Centro INTI-Caucho es el único laboratorio habilitado en la Argentina para certificar la comercialización de los preservativos dentro del territorio nacional y así garantizar su calidad.
Los técnicos que trabajan en el laboratorio le realizan a los perservativos una serie de ensayos para controlar que estén aptos para ser usados. Un de ellas es medir sus propiedades mecánicas: “Hacemos circular aire por esa cañería que infla el preservativo y medimos la presión a la cual revienta y el tiempo que tarda en reventar, entonces con el dato del tiempo que tarda en reventar se conoce el volumen de llenado del preservativo. Esos dos datos tanto el volumen como la presión son importantes porque nos dicen la resistencia que tiene el preservativo”, explica Daniela Garcia jefa del Laboratorio de Latex del Centro INTI-Caucho y simulan la vida útil del profiáctico.
Otro de los testeos que se realizan consiste en llenar el preservativo con una solución salina, colocarlo dentro de un recipiente que contiene agua y emitir una corriente eléctrica dentro del preservativo. Si la electricidad pasa al agua que está en el recipiente, el profiláctico tiene un orificio y no está apto para la comercialización. La tercer prueba de caidad que se le realizan a los profilácticos consiste en medimos las dimensiones de los preservativos: el largo el ancho en dos posiciones.
Daniela Garcia afirma que “para determinar cuántos preservativos ensayan o cuántas fallas podemos aceptar por ensayo, tenemos una norma de muestreo que seguir. Por ejemplo el ensayo de agujeros en una muestra preservativos pueden fallar dos nada más, ya con tres el lote se debería dar como fallado.” En el INTI se ensayan tanto los preservativos importados como los de industria nacional.
Una mínima falla en la calidad de los preservativos puede traer consecuencias muy severas para la salud de la población. El INTI trabaja en este control desde la década del noventa convirténdose en un laboratorio con reconocimiento internacionalmente. Su trabajo es fundamental para brindar seguridad y protección a toda la sociedad.