Desarollan un biosensor para detectar proteínas alergénicas en alimentos
El Instituto Nacional de Tecnología Industrial, a través de sus Centros de Agroalimentos y Procesos Superficiales, desarrolló una versión preliminar de un biosensor para detectar la presencia de alérgenos en alimentos. Una herramienta fundamental para aquellas personas alergias cuya única prevención hasta ahora es la exclusión de estas proteínas de su dieta.
En la actualidad la industria alimenticia utiliza principalmente la técnica ELISA para la detección de alérgenos. Se trata de una metodología muy sensible que involucra un procedimiento lento, la necesidad de equipamiento de laboratorio, y reactivos costosos e importados. Por ese motivo, los especialistas del Centro de INTI-Procesos Superficiales, desarrollaron este método alternativo, basado en un biosensor portátil de bajo costo, con insumos y reactivos nacionales para la cuantificación de alérgenos en alimentos.
Si bien hay cientos de alimentos que contienen alérgenos, son sólo ocho los responsables de más del 90% de los casos de reacciones alérgicas que ocurren en todo el mundo. Éstos se conocen con el nombre de “los ocho grandes” y son la leche de vaca, el huevo, el pescado, los mariscos, el maní, la soja, los frutos secos, el trigo y todos los derivados de estos alimentos que conserven las proteínas alergénicas.
El biosensor desarrollado por profesionales del INTI está compuesto por tres elementos fundamentales: un receptor biológico (preparado para detectar específicamente a un analito, siendo en este caso el alérgeno en el alimento); un transductor (capaz de interpretar la reacción de reconocimiento biológico que produce el receptor y traducirla en una señal cuantificable); y finalmente una instrumentación electrónica, capaz de procesar la señal generada y mostrarla de forma adecuada al operador.
El receptor biológico es un anticuerpo que reconoce al alérgeno como una llave a su cerradura. Luego, por medio de un segundo anticuerpo unido a una enzima que cataliza una reacción, se genera una señal que será convertida por el biosensor a señal eléctrica. Las células electroquímicas -donde ocurre la reacción entre el alergeno extraído del alimento y el anticuerpo específico- se conectan al equipo portátil controlado por una computadora través de un puerto USB. Bajo estas condiciones, la concentración de proteínas alergénicas se relaciona con la corriente medida
Los profesionales de INTI-Agroalimentos trabajan desde hace más de diez años en este tema brindando asistencia técnica a la industria y son, además miembros fundadores de la Plataforma Alérgenos en Alimentos.
En los últimos años pasaron a integrar esta Plataforma profesionales de los centros de Lácteos y de Procesos Superficiales desde donde surgió el proyecto del biosensor.